Relato verídico de una mujer casada en un Club de putas Mallorca. Soy una mujer casada con 5 años de matrimonio. Una noche mi marido llegó con un antiguo amigo suyo que yo nunca había visto antes. Era un amigo de la época de estudiantes ya hacía muchos años, habían dejado de saber el uno del otro. Dicho amigo fue alojado por mi marido por unos días en nuestra casa. Luego él alquilo su propia casa y seguía en contacto con nosotros. Con el paso de los días empezamos a notar cierto atractivo entre él y yo.

Pero mi marido no sabía mucho al respecto sobre esos años de distancia de él y yo menos. No sabíamos a ciencia cierta a que se dedicaba. Ya él viviendo aparte terminamos saliendo él y yo hasta llegar a tener intimidad entre los dos. No era un hombre apuesto, pero su forma de ser misteriosa hizo que yo me sintiera atraída.

Con el mi sexualidad se despertó como nunca antes, ya que continuamos teniendo sexo una y otra vez y me propuso la idea de ir juntos a un Club de Putas en Palma de Mallorca para que compartiéramos sexo él, una chica del Club putas Mallorca y yo, Hacer un trío.

En esta situación, me pidió que me “vistiera” con la misma ropa de trabajo de la chica del Club de putas.

En otras palabras, quedamos como si la chica y yo, fuésemos amigas ante la mirada de la madame del Club de Palma de Mallorca y las otras chicas que trabajaban en el Club Mallorca.

La relación entre la chica del Club de Putas Mallorca y yo

La relación con la chica, el amigo de mi marido y yo, fue de gran placer. Los fluidos de él, de ella y los míos se mezclaron por nuestros cuerpos, de ella y mío, haciendo de estos algo pegajoso que se iba secando en medio de mi sudor. Terminada la faena seguimos yendo al mismo Club de alterne de Mallorca en otras ocasiones, en las mismas condiciones. Hasta que una tarde después de haber consumido algo de alcohol, la madame del Club de alterne de putas Palma de Mallorca y la otra chica, me sugirieron de presentarme a un cliente que se fijo mucho en mi.

El amigo de mi marido, también me lo pidió ante la sugerencia de la encargada del Club. Lo miré a cierta distancia y con cierta indecisión me acerqué a ese cliente, me presente diciéndole si él en realidad quería hablar conmigo.

Me dijo que si y ante tal afirmación, me senté a su lado tal como iba “vestida”, en ropa interior igual que la otra chica del Club de putas de Mallorca. Ya sabiendo el servicio que ofrecían las chicas del Club, le dije que mis servicios eran los mismos servicios que las otras chicas. Así fue como en esa habitación, sin cerrar la puerta, empecé haciéndole un suntuoso sexo oral que pasó más del tiempo de lo normal, algo más de 5 minutos ante la mirada ocasional y constante de la madame del local, de la otra chica de compañía y del amigo de mi marido.

Pasión y desenfreno en el Club

De la misma forma fue que me puse encima de él, de frente y luego dándole la espalda a quien sería mi primer cliente. Desde entonces soy una chica de compañía ocasional de esta Casa relax de Mallorca, con el apoyo del amigo de mi marido que ha guardado el secreto de Hacer un trío y la experiencia vivida. En ocasiones he asistido a otros locales de escorts y domicilios. Hasta el momento, NO me arrepiento en absoluto de lo vivido y lo que he hecho con mi vida sexual. Sí, soy una PUTA por gusto.